Respira, recuerda porque estás aquí...

Y de sus labios escapaban palabras de angustia, de soledad... estaba cansado de fracasar, de sentir dolor, de las mentiras, de llorar, de sufrir. Entonces le pregunté que cosas buenas le había regalado la vida, que momentos, por más pequeños que fueran él había disfrutado. Fue ahí que sonrió, recordó lo bello de las puestas de sol, caminar bajo la lluvia, mirar la inmensidad del cielo y las estrellas por la noche. Recordó aquel amigo incondicional que jamás lo abandonó a pesar de todo, recordó a quienes alguna vez lograron sacarle una sonrisa, recordó que estaba vivo, y sonrió por ello.





Año nuevo, vacaciones, amigos, cumple número 18, FACULTAD... Volví a ausentarme, y me disculpo por eso. Un beso enorme bloggers!!:)